Ninguna de las universidades latinoamericanas se clasificó entre las 200 mejores del mundo según el ránking que realiza Reuters sobre el estado de la educación superior.

Las universidades latinoamericanas no han tenido un fuerte impacto durante 2010, pero Brasil parece ser la que encabeza la lista de éxitos, según indica un estudio realizado todos los años por Reuters sobre la educación superior.

Ninguna de las universidades de Latinoamérica se encuentran en su ranking de las 200 mejores en todo el mundo, y las instituciones con más probabilidades de entrar en esta elite, según un experto, se ven obstaculizados por una serie de obstáculos en su ascenso a la cima.

“Los principales contendientes son las grandes universidades públicas como la Universidad de Buenos Aires. Pero, sin embargo, estos tienen que cargar con las engorrosas estructuras de gobierno, la burocracia y la politización. También están insuficientemente financiados y la mayoría son incapaces de exigir derechos de matrícula a sus estudiantes”, señala Philip Altbach, director de Centro de Educación Superior Internacional de la Universidad de Boston.

Los expertos reconocen que hay muchos desarrollos positivos en la región, como el establecimiento de sistemas de acreditación, y el desarrollo de sistemas de préstamo de estudiante en Brasil, Chile o Colombia.

La reducción de la inversión es uno de los principales problemas, como sucede en Chile, donde el gasto por estudiante ha disminuido en un 25% y un 15% en Brasil. “Sin embargo, los rendimientos del mercado de trabajo a la educación superior parece estar recuperándose. Y el continente parece listo para un perfil mucho mayor en la investigación de clase mundial en algunos campos clave”, señala el informe.

La participación de América Latina en trabajos científicos en el mundo aumentó del 1,7% en 1990 al 4,8% en 2008. En 1981, alrededor de 2.000 documentos estaban dirigidos por autores brasileños. En 2008, la cifra fue de alrededor de 20.000.

“La característica más llamativa de la nueva geografía de la ciencia es la magnitud de la inversión y la movilización de gente detrás de la innovación que está en marcha, impulsado por una visión de alta tecnología de cómo tener éxito en la economía global”, señala un informe de Thomson Reuters sobre el impacto de Brasil en el campo universitario.