Mahmud Abbas, presidente de Palestina, lo ha dejado claro: este viernes presentará la solicitud formal de la adhesión del Estado de Palestina como miembro en pleno derecho de la ONU.
Boom-shacka!
Cabe aquí, no para escribir un post, si no un libro, dos, diez, veinte. Es imposible abarcar la magnitud del conflicto palestino-israelí en un post; entender las noticias, lo que está sucediendo ahora, sin una visión global. Se trata de un conflicto que se remonta a más de un siglo atrás, señores, a cuando un grupo de ilustrados europeos empezaron, supongo que sin mala intención, a pensar, a hacer malabares con la idea de “un estado judío”.
Ni siquiera voy a intentar dar lecciones de historia –una historia que conozco demasiado poco-, ni de posicionarme –por los mismos motivos. Y no nos equivoquemos, tengo ideas bien claras y definidas al respecto, pero son mis ideas, completamente subjetivas.
Y, personalmente, creo que se trata de un tema suficientemente delicado, suficientemente complejo y sobre todo con suficiente influencia en el mundo actual como para no pronunciarme en solo cuatro párrafos y dar una idea completamente sesgada y limitada.
Así que este post es más bien una invitación a una investigación exhaustiva general. ¿Qué conocemos de este conflicto como público general? ¿Qué y cuantas guerras hay detrás de este conflicto? ¿Cómo ha evolucionado a través de las décadas? ¿Qué está legitimando exactamente cada bando, y por qué motivos? ¿Cuántos países están implicados, en realidad? ¿Cuántos países han sido, de hecho, delimitados por dicho conflicto? Y un sinfín más de propuestas completamente aleatorias para que, joder, reflexionemos un poco.
No me importa qué posición se tome, pero que sea crítica, de un lado o del otro. Se trata de un conflicto que nos atañe, que modula fronteras, relaciones internacionales y puede llegar a puntos francamente críticos. Asi que seamos críticos, enterémonos bien, y seámoslo con derecho.
Por Ferran Masip-Valls