“Trekking”, pelota, “basket”, “volley”… Son tantos los deportes que las universidades ofrecen en la capital chilena, ¿pero cuál es la respuesta de los jóvenes estudiantes? La semana pasada fui a ver un partido del Colo Colo (o “el partido del pueblo”) y fue una experiencia increíble al ver cómo tanta gente seguía todos y cada uno de los pases de Scotti en el campo.
Sí, por lo general al público estudiantil le gusta animar a sus equipos, sin embargo, el deporte entre los jóvenes podría decirse que está de capa caída. A pesar de la cantidad de ofertas accesibles, el buen tiempo no hace sino invitar a los estudiantes a disfrutar del pasto del campus. Salidas nocturnas, asados, y conciertos entre otros (en dos semanas grupos como U2, The Killers o Fat Boy Slim han pisado tierras santiaguinas) tampoco ayudan demasiado a que el joven chileno se preocupe demasiado por estar en forma.
En contra de lo que algunos opinan, no es justo echar la culpa a la carga académica de los alumnos, pues siempre ha sido la misma. El factor clave radica más bien en la comodidad de la gente, y en la preferencia de otras actividades de ocio que requieran menor esfuerzo. Como me comentaba ayer Marcela, una estudiante de Derecho de la Universidad Católica: “¿Qué sentido tiene caminar si ‘podís’ tomar un metro, una micro o un taxi igual?”. Ésta es la mentalidad que invade hoy en día a los jóvenes en general, y se hace aún más patente en el sexo femenino. Ir de compras con tus amigas, o salir por ahí se hace más interesante que quemar calorías en un gimnasio.
Como se puede ver, la situación no es muy halagüeña. La práctica de deporte está siendo sustituida por otro tipo de actividades, y la situación parece ir en aumento. Sin embargo, aún puede vislumbrarse un rayo de luz en el panorama estudiantil, y es que son muchos los que aprovechan el tiempo libre para darle al baile como una forma de socializar y pasarla bien. ¡¡¡Arriba las salsotecas!!!
Por Amelia Escala