Caminar por las calles de Nueva York en estos días implica la posibilidad de encontrar a algún mandatario entre todos los coches blindados que atraviesa en grupo las calles colindantes a la sede de Naciones Unidas.
Paseando tranquilamente, rodeado de sus guardaespaldas y de alguien que le va hablando, mientras el representante escucha atenta o distraídamente, fue precisamente como me encontré con Juan Manuel Santos, presidente de Colombia.
Crucé, sin darme cuenta de que en la otra acera se hallaba el presidente hasta que me lo encontré de frente, cara a cara. Corrí unos metros adelante para preparar la cámara, y ahí estaba la foto. El mandatario se detuvo y dedicó una sonrisa, mientras el guardaespaldas se dedicaba a tomar protagonismo y chupar cámara, evitando que Santos quedara demasiado expuesto en una fotografía, quizás no demasiado favorecedora.
Sin responder preguntas, con la atención de una oreja puesta en la calle y la otra en la señorita que le hablaba mientras caminaban por Park Avenue, Santos prosiguió su camino.
Por Gesell Tobias